
Bolsa archivo de mis careos
Mariana Sasso Rojas

​La Hemeroteca Nacional de México (coordinada por Ana Peniche), junto con la Biblioteca Nacional de México, tiene como misión, entre otras, describir y estudiar los contenidos y la materialidad de manuscritos, impresos, periódicos y documentos de valor histórico. Es decir, la materia principal de trabajo, son archivos. Ahí asistí a un taller que gestioné previamente con la artista oaxaqueña Mónica Iturribarría, por iniciativa de María Andrea Giovine. 1 Se llamó Bordando historias. El bordado como lenguaje y discurso sobre la memoria; usamos documentos digitalizados de diarios antiguos, cuya existencia en ese sitio directamente relaciona al archivo con la memoria; trabajamos con la técnica del bordado, lo que involucró gestos corporales que producen un aprendizaje vivo, reconocer posibilidades de ese lenguaje, de resignificación de las palabras impresas, de la aparición de algo tangible y sensible a partir de una imagen de mapa de bits; un archivo físico, que registra cosas en diferentes niveles: que tuvo lugar el taller, la publicación del diario, la revolución mexicana (la portada que yo usé es de noviembre de 1910), y, relevante en este momento: “archivo”, “memoria” e “historia”, palabras con las que intervine la pieza que trabajé, pensando en lo que dice Ursula K Le Guin, que las palabras sostienen, acunan las cosas y tienen significados.
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Intervención, imaginación y transmisión son las prácticas principales a través de las cuales los investigadores y los artistas ejercen hoy en día su derecho al (del) archivo (entendido como sustantivo y como verbo: archivar) esto es, el derecho a compartirlo dice Ariella Azoulay .2 Con eso en mente, decidí usar mi bordado como la carátula del contenedor del archivo que hemos creado juntxs en el seminario. Un archivo abstracto de potencialidades, construido con las lecturas y discusiones del semestre; un archivo sensible armado de experiencias y careos conmigo misma, construido con los ejercicios del seminario y con lo que depositamos en cada sesión, los asistentes y quienes compartieron con nosotros el mundo, Marisa, Rian, Mauricio, y a quienes leímos y a quienes ellxs escribieron; en mi caso también Mónica, María Andrea, Ana, operando de manera similar a la desapropiación de Cristina Rivera Garza: somos autorxs de este archivo más de los que parece que somos; estamos más allá de las fronteras de cierto tiempo y lugar; nosotros que no convergimos en una identidad nacional o étnica colectiva; nosotros quienes debemos haber sido considerados como la razón y el sentido del archivo… (Azoulay). No habría contenedor más adecuado para este archivo, que una bolsa.
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1 Directora del Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
2 En Historia potencial y otros ensayos.
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